ESTRATEGIA DE ARTES CON CrayolaS

Los estudiantes atendidos por el equipo de apoyo psicopedagógico que presentan características de dificultades emocionales relacionadas con situaciones de inestabilidad emocional familiar, académica, social o comportamental, de tipo transitorio o permanente, fueron seleccionados por las áreas de apoyo para participar en la categoría ARTES PLÁSTICAS en la propuesta de intervención grupal, cuyo énfasis de intervención se ubica en los autoesquemas. Así, fueron establecidos por subgrupos de los grados transición, primeros y segundos, de las dos sedes, central y Marie Poussepin. La propuesta para estos estudiantes es a través del dibujo con lápices y crayolas, realizar un mural en las paredes del aula de intervención, a la altura de los artistas que son y de su estatura respectiva. 

 

ARRANCAMOS

El primer taller fue realizado en la primera semana del mes de Mayo de 2010, con un subgrupo de grado 2B; a cada niño se le asignó un espacio donde podía representarse a sí mismo y lo que más le gustaría colocar allí. Se encontró al inicio sorpresa por parte de los estudiantes entre lo que está permitido y lo que no está permitido, seguridad/inseguridad emocional, poco manejo del espacio y los límites relacionados con indicadores de impulsividad psicomotora y emocional, (ver cuadro amarillo).

"No se puede rayar la pared!”

“sí, aquí sí, pero en la casa no!”

“y puedo dibujar donde yo quiera?... ¿Sólo donde me toca? Yo quería dibujar en esa otra pared…”

“Y qué dibujo… cómo… así?...”

“Nunca había dibujado en una pared…”

“(Se desbordaban en el tamaño e invadían el espacio del otro) ¿Por qué tengo que borrar?...

 * “¡YO QUIERO QUE ME DIBUJEN…

“Serio”… “con las manos arriba”… “Saltando”… “con los brazos cruzados”… “Sonriendo”…etc

La actividad del mural, se llevó a cabo en tres sesiones, y en la última sesión, los mismos estudiantes reconocían las normas de trabajo, aplicándolas entre sí. Realizaron la actividad manejando el límite en el espacio, el color y rayado, y la creatividad tanto en los dibujos como en las historias que se contaban mutuamente, acerca de sus representaciones en la pared.

 Los estudiantes en proceso de intervención, durante las actividades lograban evocar sentimientos caracterizados por el enojo, alegría, tristeza, amor, amistad, envidia, rechazo hacia el dibujo del otro, destrucción del dibujo suyo, etc, los cuales fueron aprovechados para realizar devoluciones, altos con respecto al límite y la espera, reparaciones en el trato al otro. Sin embargo, esta intervención se evidenció propicia para la expresión mayormente de sentimientos de tristeza, rabia o inquietud, donde la contención iba delimitada por el espacio tanto en la pared como con el otro, especialmente con los estudiantes de grados segundos. Los estudiantes de grados primero, aunque manifestaron la misma experiencia, delimitaron sus expresiones emocionales y artísticas en el mural hacia sí mismos, más que hacia los otros.

 Los estudiantes de grados transición, tanto de la jornada de la mañana (8 estudiantes), como de la tarde (7 estudiantes), realizaron una actividad adjunta en el mural, con la ayuda de un dibujante, se ubicaban uno a uno en la pared, delineándoseles el contorno de sus cuerpos según la forma de expresión corporal que quisieran representar (*). Los niños utilizando crayolas coloreaban o mejor rayaban el contenido de espacio correspondiente a la ropa, con los colores que eligieran. El dibujante complementó los trazos del color de la piel en los rostros y manos. Algunos estudiantes al reconocerse a sí mismos como dibujados en la pared, mantenían una expresión de sorpresa en sus rostros, así como una evocación de reafirmación ¡Ese soy yo!

Y terminamos con macramé

  Igualmente, en los últimos dos talleres dirigidos a este grado, se llevaron a cabo actividades con macramé, donde los niños realizaban manillas con macramé, aplicando nudo sencillo con aplicación de cuentas, chaquiras, etc, esto generó en los estudiantes más pequeños, aumento del interés y la emotividad durante la realización del trabajo.

Aunque al inicio algunos estudiantes manifestaban que “no puedo”, el conducirlos a que lo intentaran y realizaran paso a paso el ejercicio, indicándoles con claridad las instrucciones, y sobre todo acompañándoles y animándoles, fortaleció de manera expresiva la confianza en sí mismos, la satisfacción de realizar un trabajo que no sólo ellos creían difícil para sus edades. Nosotros como equipo, fuimos confrontados, al creer inicialmente, que el macramé no se podía trabajar con los grupos de segundos y primeros, donde incluso los estudiantes de transición disfrutaron de la experiencia. Obviamente, requiere de acompañamiento permanente con estos estudiantes, así como mayor especificidad en las instrucciones y menor complejidad en los nudos.

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