Para Equipos de Apoyo Psicopedagógico

 Observando el proceso del Equipo desde hace algunos años, estamos en un momento privilegiado no sólo por el impacto, la credibilidad, la trayectoria y el espacio que hemos construido en las instituciones, sino también, por la experiencia que el Equipo ha desarrollado en sus profesionales y las construcciones propias que no pueden detenerse como característica innata del trabajo en equipo desde la interdisciplinariedad.

Es por ello, que en un momento tal consideramos importante reconocer, indagar, proponer y reconstruir nuestro quehacer con respecto a los cambios, modificaciones y demandas que presenta la población, razón de ser; por lo cual, se requiere de continua revisión y trascendencia en la manera de intervenirle. En el documento “Reflexión acerca de nuestro quehacer como equipo de apoyo psicopedagógico”[1], se hace un breve análisis, sobre algunas problemáticas significativas en el desarrollo de la comunidad educativa de las instituciones del municipio, entre ellas, que Muchos estudiantes han perdido el interés por lo académico. Las instituciones y sus docentes se desgastan tratando de mantener bajo cobertura a estudiantes con baja motivación escolar. Bajo desempeño académico por vacíos significativos que requieren de acciones y apoyo en nivelación académica. Falta de capacitación en docentes acerca de la Flexibilización de evaluación de estudiantes con necesidades educativas, la evaluación por competencias, la construcción de logros e indicadores de logros, entre otras.

La respuesta no puede ser tan simple como que cada profesor modifique sus metodologías de clase, sino también, que el equipo de apoyo introduzca propuestas con una intervención que canalice los factores motivacionales de estos estudiantes y que éstos apoyos puedan integrarse mano a mano con el docente. Es decir, generar propuestas de intervención que propendan por factores motivacionales teniendo en cuenta los intereses de los estudiantes y proponiendo otras acciones de tipo complementario al desarrollo de habilidades académicas.

Así, que nos proponemos como equipo las siguientes reflexiones a considerar:

1.     REPRESENTATIVIDAD DEL EQUIPO DE APOYO. Como equipo podemos influir a nivel institucional en los ajustes al PEI, modelos pedagógicos, sistemas de evaluación, manuales de convivencia, siempre y cuando, el equipo se manifieste al respecto y de manera conjunta, no sólo al interior de cada institución y a su comunidad directiva, sino también como proponente a la unidad ejecutora de la prestación del servicio que contrata al equipo. Es decir, el Equipo de Apoyo Psicopedagógico, como prestador de un servicio público, puede y debe dar a conocer sus reflexiones y propuestas a los entes encargados de toma de decisiones a nivel municipal para que sean estos quienes direccionen las propuestas de un equipo de apoyo que observa, asesora y hace devolución de aquellos aspectos que no le son visibles a esta entidad gubernamental. Por ejemplo, formular a Secretaría de educación la necesidad de implementar estrategias de nivelación escolar, no contempladas en este proyecto.

2.     GENERADORES DE PROPUESTAS. El Equipo de Apoyo Psicopedagógico, en el contexto escola, puede generar, retomar, fortalecer o introducir en las instituciones educativas propuestas de intervención que propendan por dinamizar los factores motivacionales, el movimiento en la intervención y el uso del contexto inmediato de los estudiantes y las instituciones. Así, este es un llamado a los equipos de apoyo psicopedagógico, las unidades de atención integra, y en general a todos las instituciones y profesionales que brindan atención a población con necesidades educativas permanentes o transitorias, o que participan en procesos educativos para que se tenga en cuenta la pertinencia de una intervención psicopedagógica que contemple la educación para la diversidad. Claro que se deben reconocer los apoyos terapéuticos y clínicos en los casos que lo requieran y ameriten, igualmente, como reconocerse los apoyos pedagógicos debería; para lo cual, la psicología educativa contextualiza de manera amplia.

3.     PROPUESTAS VOCACIONALES U OCUPACIONALES. Especialmente con los estudiantes que han perdido interés en lo académico o presentan bajo rendimiento académico por necesidades educativas derivadas de condición clínica, por fracaso escolar, baja motivación escolar, dificultad comportamental o en situación de extraedad, podrían tener a apoyos de tipo vocacional u ocupacional. Estos apoyos con modalidades transitoria, de acompañamiento, o permanente, con una intencionalidad psicopedagógica que contenga distintas metodologías y ofertas para la diversidad en capacitación orientadas al reconocimiento de habilidades, destrezas e intereses, como inducción a lo prelaboral o uso del tiempo libre, que les permita visualizarse hacia un desempeño autónomo para la vida posibilitando el retorno de algunos de ellos al aula de clase regular y a otros orientarse hacia lo propiamente vocacional u ocupacional, ambas direcciones trascendiendo las competencias básicas y complementando el desarrollo de las competencias laborales.

4.     CAPACITACIONES VIRTUALES. La gran dificultad que hemos encontrado en las instituciones educativas para movilizar procesos de inclusión educativa y otros procesos específicos de intervención, ha sido la falta de espacios para capacitación a docentes. Sin embargo, el uso de herramientas como el internet puede disminuir en cierta medida esta dificultad. La gran mayoría de docentes tienen acceso a un computador en la sala de profesores, sala de tecnología o su casa y dedican por lo menos cinco minutos al día para revisar su correo personal. Por lo tanto, diseñar una propuesta de capacitación a docentes e incluso padres de familia, a través de enviar por email, recursos como presentaciones, videos, artículos, (sencillos, cortos, concretos, atractivos, etc) que contengan clips sobre temática específica, con una frecuencia semanal, para que en las jornadas pedagógicas o espacios de capacitación se haya sensibilizado previamente sobre el objeto de capacitación, o incluso de esta manera se puede adelantar la parte conceptual de las capacitaciones y en las jornadas se realicen actividades vivenciales o prácticas sobre el tema. Igualmente, el ofrecer cursos virtuales en la página web de la institución educativa, el Agora u otros sitios creados con este fin, para quienes quieran profundizar al respecto.

5.     COMPONENTE INVESTIGATIVO. Generar líneas de investigación y publicar productos acerca del quehacer psicopedagógico y de la práctica educativa, tanto en las instituciones educativas como en la Fundación el Ágora, las cuales no sólo introduciría otras alternativas y estrategias que según los resultados puedan ser aplicados en otros contextos para mejorar procesos educativos y de intervención, sino que promueve la autoevaluación constante y desarrollo armónico de un equipo de apoyo trandisciplinario, sus profesionales y las instituciones que les respaldan.

Posibles líneas de investigación acerca de integración de áreas, desarrollo por competencias, aplicación de estrategias múltiples, valoración de habilidades auditivas, motoras, académicas, etc.

 

6.     CONSTRUIR Y PUBLICAR PRODUCTOS Y PROPIEDAD INTELECTUAL

·         Diseñar y validar instrumentos para el seguimiento y evaluación por competencias de estudiantes con necesidades educativas o con bajo rendimiento académico, y población en general.

·         Diseño y validación de instrumentos para reconocimiento de estilos de aprendizaje, inteligencias múltiples, intereses motivacionales, habilidades vocacionales, dispositivos básicos, etc. como herramienta de evaluación psicopedagógica.

·         Creación de textos, cartillas, artículos, publicaciones de talleres psicopedagógicos, etc, para atención a la diversidad y como herramientas de intervención y capacitación.

·         Espacios online, blog´s, etc donde se expongan las producciones de los profesionales y áreas del Equipo de Apoyo Psicopedagógico.

7.     TRABAJO EN RED. En la medida que nos exponemos a encontrarnos con otros equipos de intervención e instancias que trabajan por poblaciones educativas y sociales similares del orden local, regional, nacional e internacional, enriquecemos, oxigenamos y fortalecemos nuestro quehacer, puesto que siempre habrá algo que no hemos tenido en cuenta, otros tendrán algo que aportarnos y de manera mutua, tenemos algo que aportar a otras instancias desde la diversidad que nos caracteriza como equipo. Además, el generar espacios de diálogos con otras instancias facilita la puesta en escena y construcción de propuestas y proyectos de intervención.

8.     ESPACIOS FORMATIVOS. El equipo de apoyo psicopedagógico, tiene la calidad humana, mística y profesionalidad de las personas que lo componen para desde las distintas disciplinas como para diseñar e implementar seminarios, foros, talleres, conversatorios, estudios de casos, mesas de discusión, etc. dirigido a padres, docentes, estudiantes y comunidad en general para sensibilización y promoción de prácticas inclusivas y temáticas relacionadas con el ejercicio psicopedagógico.

 Po último y de manera personal, el equipo, rescata como enseñanza para sus profesionales en esta propuesta,  el desarrollar mayor claridad en las intervenciones grupales, mejor manejo grupal de estudiantes con dificultades comportamentales y mejor comprensión de las dinámicas de los síntomas, necesidades, intereses y particularidades de las características diversas de cada estudiante y de los grupos. Igualmente, nos permite contextualizarnos como equipo de apoyo en una intervención con modelos más psicopedagógicos que clínicos, no sólo para el aprendizaje escolar sino para la vida proponiendo estrategias de intervención e investigación.



[1] Mape Vanegas, Wilson. Reflexión acerca de nuestro quehacer como equipo de apoyo psicopedagógico. EAP – Fundación el Ágora. Octubre de 2010.

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